sábado, 5 de agosto de 2017

7 costumbres de la Edad Media más asquerosas de lo que imaginaste

Desde la caída del Imperio Romano y hasta el siglo XVI, la esperanza de vida en Europa apenas superaba los treinta años. No había mujer que no viera morir al menos a uno de sus hijos antes de los cinco años, pues cada recién nacido tenía más probabilidades de perecer que de superar el primer lustro de vida. La organización social favoreció la desigualdad a gran escala, pero la inmundicia y las condiciones higiénicas eran igualmente pobres, tanto para los señores feudales como para los siervos. La concentración de la población en burgos y villas levantadas alrededor de castillos no hacía más que agravar la situación. No existía el drenaje, ni el concepto de basura, los restos de comida se mezclaban con excremento humano en el suelo y los animales portadores de virus y bacterias deambulaban entre los cuerpos humanos durante la noche. La guerra y la peste eran condiciones frecuentes que reproducían la podredumbre a gran escala. Los cadáveres en descomposición quedaban al exterior por temor a un contagio y al mismo tiempo, significaban un foco de infección que recrudecía con la presencia de ratas y otras alimañas. Las historias de castillos, princesas y reyes rodeados de un gran lujo describen a la perfección los cuentos de hadas y una caracterización idealizada de la Edad Media, pero las condiciones de vida en la época eran muy distintas a lo que muchos creen. Éstas son algunas asquerosas costumbres del medievo:
Lavado de cara
Especialmente en la nobleza, el lavado y la exfoliación facial se realizaba con orina, porque se creía que tenía un efecto para eliminar las impurezas de la piel, especialmente cuando se encontraba más caliente. En la actualidad, sabemos que esta práctica no estaba tan errada, muchos productos antisépticos del presente están hechos con amoniaco, elemento abundante en grandes cantidades en la orina.
Papel higiénico
A pesar de que una versión primigenia del papel higiénico ya era utilizada en China en los primeros siglos después de Cristo, en la Edad Media se utilizaba la mano y en ocasiones, un par de hojas después de ir al baño. Esto traía consigo la proliferación de enfermedades intestinales, pues los cubiertos de mesa aún no existían y nadie solía lavarse las manos.
Pelucas y gorros
Más que responder a una cuestión de moda y estilo, el uso de largas y rizadas pelucas o los gorros que formaban parte de la indumentaria de las personas durante el medioevo, obedecían a un principio básico de la física: el cabello de todas las personas era sucio y estaba lleno de piojos. Llevar algo en la cabeza aseguraba que se mantuvieran en su sitio, especialmente durante la hora de comida.
Pisos de paja

El piso de las casas de los desposeídos estaba hecho en su totalidad de paja. Las personas creían que amontonar paja era una forma efectiva de mantener limpio y cómodo un espacio; sin embargo, las plagas, los ratones, la orina y los excrementos se conservaban mejor en ella. El olor era insoportable y sólo después de años, se agregaba nueva paja.
Medicina
El conocimiento de la medicina avanzó más en dos siglos de Ilustración que durante más de 800 años de Edad Media. Uno de los tratamientos más utilizados para toda causa de dolencias eran las sanguijuelas, que se consideraban con propiedades capaces de absorber los males y regresar la salud. Era común ver a personas con sanguijuelas por todo el cuerpo como tratamiento para la fiebre, la peste y otras enfermedades de entonces.
Baños públicos
Los romanos se especializaron en la construcción de acueductos, canales y baños que juntos formaron redes de drenaje eficientes para su época, pero la tradición quedó olvidada durante el oscurantismo en toda Europa. Los privilegiados solían tener una fosa común con retretes de piedra para ir al baño, pero el agua se mantenía estancada y pestilente hasta que se retiraba; mientras el resto solía orinar o excretar casi en cualquier lugar de la calle o sus casas, cubriéndolo con tierra, paja o hierba.
La ducha

El cristianismo sepultó las tradiciones griegas y romanas sobre el cuidado del cuerpo y construyó mitos alrededor de la higiene y específicamente, sobre el baño corporal como una actividad indeseable por Dios. La mayoría de las personas pasaban meses sin que el agua tocara algunas partes de su cuerpo. Algunos registros afirman que en promedio, el individuo del medievo se duchaba entre cuatro y cinco veces al año, cuando sus prendas estaban tan adheridas a la piel que no era posible separarlas sin agua. No obstante, la Iglesia corrigió su punto de vista y para la Baja Edad Media adoptó ritos a favor del agua. La Edad Media es un punto en la historia que demuestra que el devenir y el progreso humano dista de ser lineal. Los distintos saberes acumulados por las grandes civilizaciones antiguas perecieron y el conocimiento se mantuvo más concentrado y hermético que nunca durante siglos.

Fuente: http://culturacolectiva.com/7-costumbres-de-la-edad-media-mas-asquerosas-de-lo-que-imaginaste/

viernes, 21 de julio de 2017

IMPUESTOS MEDIEVALES


Si ahora nos quejamos de los impuestos que nos toca pagar (directos o indirectos como el IVA), más motivos tenían para quejarse en la Edad Media, ya que los impuestos repercutían casi en exclusiva en el pueblo y beneficiaban a la Corona, la nobleza y el clero. Aquí tenéis algunos…
  • Alfarda: pago por el aprovechamiento del agua (acequias, canalizaciones…)
  • Herbaje: pago por aprovechamiento de los pastos
  • Montazgo: impuesto sobre los ganados y adeudado por el tránsito que hacen por cualquier territorio en favor del Rey.
  • Diezmo: gravamen correspondiente a la décima parte de las cosechas que recaudaba la Iglesia y servía para el mantenimiento del clero.
  • Alhondigaje: impuesto por el depósito de mercancías.
  • Abadía o luctuosa: derecho que tenían los curas a percibir a la muerte de sus feligreses cierto tributo de sus bienes que dejaba.
  • Alcabala: impuesto castellano que gravaba el comercio de mercancías. Su recaudación se hacía por arrendamiento o por encabezamiento: los municipios se comprometían a cobrar una cantidad, recaudada entre sus vecinos, y a cambio recibían contrapartidas políticas de los monarcas.
  • Cuatropea: impuesto sobre la venta de ganado.
  • Banalidades: pago en especie por el uso de “instalaciones” del señor, como el molino o el horno.

  • Tercias reales: eran un ingreso concedido por la Iglesia a la Corona consistente en dos novenos de los diezmos eclesiásticos recaudados.
  • Terrazgo: renta que se paga al señor de una tierra quien la trabaja.
  • Excusado: implantado por Felipe II gravaba a una casa/hacienda elegida por la Corona entre las de una determinada parroquia —normalmente, aquella que más tributaba a la Iglesia—. La obligación consistía en que los diezmos que a dicha hacienda le correspondería ceder a la Iglesia eran pagados al rey, con lo cual el hacendado quedaba excusado de hacerlo a la Iglesia.
  • Primicias: consistentes en la cuadragésima y sexagésima parte de los primeros frutos de la tierra y el ganado que debían entregarse a la Iglesia.
  • Portazgos: impuesto que se exigía en las puertas de las ciudades y villas principales del reino y que gravaba las mercaderías que los forasteros introducían en ellas para su venta.
  • Pontazgos: similar al anterior, pero se paga al cruzar puentes.
  • Sisas: impuesto indirecto implantado en Aragón y luego en Castilla. Consistía en descontar en el momento de la compra una cantidad en el peso de ciertos productos (pan, carne, vino, harina…); la diferencia entre el precio pagado y el de lo recibido era la “sisa”. Como gravaba bienes de primera necesidad era muy impopular.
  • Millones: impuesto extraordinario fijado por las Cortes de Castilla, que se reservaban el control de su administración a través de una Comisión de Millones y comprometían a la Corona a dedicar lo recaudado a un gasto determinado (el primero se concedió a Felipe II en 1590 para reponer las pérdidas de la Armada Invencible).
  • Sextaferia: prestación vecinal para la reparación de caminos, a la que se acude los viernes de ciertas épocas del año. Era un impuesto en forma de trabajo.
  • Fonsadera: para financiar los gastos de los reyes ocasionados por las guerras.
  • Cena: tributo que implica hospedar y alimentar al monarca, así como a todo su comitiva, durante los viajes por su reino. Cuando la Corte se asentó de forma estable en una ciudad pasó a ser pagado en dinero (cena de ausencia).
  • Chapín de la reina o servicio de casamiento: se recaudaba ocasionalmente entre el pueblo para sufragar los gastos de las bodas reales.
  • Almojarifazgo: impuesto aduanero que se pagaba por el traslado de mercaderías que ingresaban o salían del reino de España o que transitaban entre los diversos puertos (peninsulares o americanos), equivalente a los actuales aranceles.
  • Infurción: era un tributo que se pagaba al señor de un lugar por razón del solar de las casas…
Además, todos estos impuestos medievales eran indirectos: se aplicaban independientemente de la capacidad económica y gravaban la producción, el comercio o el consumo. Y ahora, ¿quién es el guapo que se queja por  el IVA?
Con la llegada de la Revolución francesa, la mayoría de estos impuestos fueron desaparecieron y los nobles comenzaron a tener que pagar a la Hacienda Pública, aunque ni campesinos ni artesanos vieron cumplidas sus expectativas de poder conseguir un sistema fiscal justo.

http://historiasdelahistoria.com/2017/06/06/impuestos-medievales-ahora-nos-quejamos-irpf-iva

lunes, 1 de mayo de 2017

Cómo ser caballero en la Edad Media

30 de abril de 2017
Cómo ser caballero en la Edad Media
La palabra "caballero" la relacionamos con un selecto grupo de guerreros que protagonizaron grandes batallas durante la Edad Media. Sin embargo, para llegar a serlo se necesitaba algo más que coraje y fuerza.

Los caballeros medievales fueron personajes de gran importancia en su época. Por ello, existen muchas historias acerca de ellos, algunas reales y otras imaginarias.

Aunque todos conocemos a los caballeros de la Edad Media por portar grandes y pesadas armaduras y por su valor a la hora de presentarse en el campo de batalla, mucho a ignoran que, para ser uno de ellos, se necesitaba carácter, disciplina y mucho dinero.

1. Para llegar a caballero hacía falta ser rico.

No cualquiera podía ser investido con tal nombramiento, ya que se requería tener la cantidad suficiente de dinero para comprar el equipamiento necesario. Además, tenía que pertenecerse a una familia noble.


2. El origen de la palabra.

El término proviene lógicamente de "caballo", pues en esa época los que iban a luchar al frente de batalla lo hacían montados sobre este animal: poseer uno era imprescindible. La palabra no se originó en la era medieval, sino que se cree que surgió en la época del Imperio Romano.


3. Ser caballeroso.

Lo que hoy conocemos como caballerosidad está estrechamente relacionado con las obligaciones de los caballeros en la Edad Media. Estos hacían un juramento por el que se comprometían a ser leales al rey o a su señor, respetar a las mujeres y a los débiles y proteger a la Iglesia católica.



4. Diferentes niveles y estatus.

No todos los guerreros medievales tenían el mismo rango. Los caballeros que luchaban bajo el mando de otros eran denominados "caballeros solteros", mientras que los que comandaban grandes grupos de soldados eran conocidos como "caballeros banneret". Para subir de rango había que demostrar logros, valentía y habilidad en la lucha. En los tiempos modernos, el título de banneret se integró en la jerarquía aristocrática: se encuentra entre caballero y barón.


5. Aún existen los caballeros.

El título de caballero sigue existiendo, aunque los de hoy no llevan pesados escudos ni grandes espadas. En Reino Unido se utiliza el título de Sir, que otorga la reina de Inglaterra.


Fuente: http://paseandohistoria.blogspot.com.co/2017/04/como-ser-caballero-en-la-edad-media.html

* María Fernández Rei, '¿Cómo se llegaba a ser caballero?' Muy Historia nº 86, pág. 33

domingo, 30 de abril de 2017

¿Qué y cómo se comía en la Edad Media?

¿Qué y cómo se comía en la Edad Media?
Por Vonne Lara  29/04/17 - 12:31
La respuesta encierra un sinnúmero de peculiaridades interesantes, tanto sociales como culturales. Veamos algunos de ellas.

Los alimentos y platillos que día a día consumimos, así como las costumbres tienen un profundo trasfondo histórico y antropológico. Un platillo tradicional cualquiera es el resultado de una serie de encuentros (o choques) culturales. Y de esto damos cuenta si nos detenemos a apreciar la mesa medieval.
La Edad Media comprende desde el siglo V (a la caída del Imperio Romano) y hasta el siglo XV, en el año 1492 cuando fue descubierto el continente americano, otros autores indican el año 1453, cuando cayó el Imperio Bizantino.
Cómo se comía en la Edad Media y sobre todo qué se comía en esa época dependía completamente de la posición social a la que se pertenecía, esto no parece una gran noticia o diferencia a la actualidad, pero sí encontraremos peculiaridades muy interesantes sobre este aspecto y otros como el que muchos alimentos que son comunes en las actuales cocinas de los países europeos fueron introducidos hasta después del descubrimiento de América o que los abusos y escasez de algunos alimentos influyeron directamente en padecimientos comunes de la época.

Pan, vino y cerveza


Si algo se comía en grandes cantidades era el pan. El pan podía constituir hasta el 70% de la ración diaria de alimento de las personas de la época. Las clases bajas comían pan de centeno, cebada, alforfón, mijo y avena. Las harinas refinadas como la de trigo con el que se fabricaba el pan blanco las consumían principalmente las clases altas.
El pan podía constituir hasta el 70% de la ración diaria de alimento de las personas de la época
El pan se acompañaba con otros alimentos, se les denominaba "companagium". Una costumbre ampliamente presente en las mesas medievales eran los sops, que consistía en pequeños pedazos de pan con vino, sopa, caldo o incluso una salsa. De este platillo se derivan varias preparaciones en forma de sopas de la cocina europea actual como las sopas de ajo castellanas o las panzanellas italianas.
 Otros potajes preparados para acompañar el pan son precursores de platillos tradicionales actuales, como la adafina, popular entre los sefardíes presentes en España medieval, que bien puede ser el antecesor del cocido madrileño, la olla podrida de Castilla y León y el pote gallego asturiano. También de platillos como el Pot au feu tradicional de Francia y otros de Alemania y Marruecos.
Para acompañar el pan nada de agua sino vino, cerveza o sidra. Recordemos que en esa época las medidas higiénicas eran más bien precarias y el agua en general era un foco de transmisión de enfermedades. Por esto la presencia de bebidas fermentadas como la sidra, el vino, el aguamiel y, por supuesto la cerveza.
El consumo de cerveza era impresionante. Fuentes sugieren que en los países escandinavos se bebía hasta 6 litros diarios por persona. Si bien es cierto que era muy ligera en cuanto a los grados de alcohol que presentaba, la cantidad consumida por los escandinavos raya en el abuso. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que la cerveza y el vino eran preciados también por su contenido alimenticio y de esto, sobre todo en las clases bajas, no había muchas opciones para hacerse de proteínas e hidratos de carbono como las presentes en la cerveza.
Las bebidas más comunes eran la cerveza, el vino, el aguamiel y la sidra
En países mediterraneos se acostumbraba mucho más el vino. Se bebía de distintas formas: solo, con agua o especiado con jengibre, cardamomo, pimienta, granos de paraíso, nuez moscada, clavos y azúcar. La distribución de los vinos, y en general de todos los alimentos, se dificultaba por la ausencia de métodos de conservación, así que los viñedos que subsistieron fueron aquellos a orillas de ríos importantes. Dos vinos medievales muy populares fueron el hipócrás o ypocrás usado más que nada con fines medicinales; se elaboraba con vino tinto y blanco al que se le añadía miel o azúcar y especias. El otro vino fue el claurell que data del siglo XIV, presente solo en mesas de las clases altas. De su nombre se deriva el clarete.
La leche en cambio no formaba parte de la dieta común, ni se producían muchos derivados de la misma, sobre todo, y una vez más, por que las técnicas de conservación eran muy limitadas.

Carne y caza


La carne no era, como podemos suponer, un alimento que consumieran con frecuencia las clases bajas. El consumo de cerdo era lo más común, no así la vaca o la ternera. La carne era abundante en las comidas de las clases altas, se les consideraba de mayor alcurnia que los platillos a base de cereales o verduras.
En cuanto a las aves, de estas se consumían diversos tipos: cisne, codorniz, perdiz, cigüeña, alondra y patos salvajes. La caza se reservaba a las clases altas y la nobleza, siervos y campesinos tenían prohibido cazar. Era signo de poder y dominación de los territorios ofrecer en los banquetes animales de la caza. Los animales eran troceados y cocinados para luego ser presentados "armados" y adornados, si eran aves, con sus propios plumajes.
Las clases bajas comían los hígados, vísceras, patas, orejas y la sangre de los cerdos. En España ya era común la morcilla con piñones y pasas. El pescado se comía aunque en muchos casos en salazón, sobre todo en lugares lejanos a los mares. En países mediterráneos se acostumbraba comer moluscos como ostras y mejillones.

Vegetales y ricas especias


Los vegetales y otros productos del campo como las leguminosas estaban presentes en los platillos medievales. Sin embargo, cabe recordar que varios vegetales muy comunes en la actualidad no existían en la Europa medieval, tales como las patatas, las judías verdes, cacao, tomates, pimientos, fresas y el maíz. Su introducción al continente europeo después del descubrimiento de América transformaron las cocinas del mundo.
Por otro lado, las especias eran consideradas un lujo, algunas sólo podían ser consumidas por las clases altas como el azafrán. La pimienta y la canela eran especias muy populares. Eran usadas para casi todas las comidas y, como mencionábamos líneas arriba, para especiar el vino.

Etiqueta y costumbres


La práctica medieval más común era comer dos veces al día: un almuerzo cercano al mediodía que consistía la comida fuerte y una merienda más ligera. La iglesia católica y ortodoxa tuvo una gran influencia en los hábitos alimenticios. Se consideraba, por ejemplo, que los banquetes nocturnos propiciaban el juego, la lujuria y demás actividades no bien vistas.
La práctica medieval más común era comer dos veces al día
En los banquetes reales o nobles se disponían amplios tablones con manteles los cuales eran usados para limpiarse. No se usaban las servilletas, ni los juegos de cubiertos, sólo las cucharas y solo para algunos platillos. En cuanto a los cuchillos se esperaba que los comensales hicieran uso del propio, era común portarlos para usos múltiples. La etiqueta también marcaba que se podían usar hasta tres dedos para comer y era común compartir la escudilla y vasos con los comensales. Eso sí, antes de la comida se acostumbraba a ofrecer aguamniles y paños para lavarse las manos y la cara.
El anfitrión de la casa, sobre todo si era de la nobleza, usaban sus propias copas, muchas veces de oro y con joyas. Repartir el ejemplar que había cazado era un gran honor y usaba su propia espada para partir la carne. Se invitado a pinchar era un privilegio para los invitados.

Comilonas y hambrunas


El consumo elevado de carne en las clases altas causó enfermedades muy comunes en ella como la gota, propiciada por los elevados niveles de ácido úrico que producía la ingesta abundante de carne. Por otro lado, las clases bajas se enfrentaron a enfermedades diversas por la falta de variedad en sus platillos o ausencia de ciertos nutrientes, como el caso de la vitamina C, por lo que era muy común el escorbuto. También se enfrentaban a diversas enfermedades por la falta de higiene y productos de baja calidad o en mal estado como el denominado "Fuego de San Antón" o ergotismo, una enfermedad producida por un hongo que se cría en el centeno en mal estado. Los efectos de ingerir las micotoxinas de esos hongos van desde alucinaciones, convulsiones y contracción arterial, que puede conducir a la necrosis de los tejidos y la aparición de gangrena en las extremidades principalmente.
Las poblaciones de la edad media se enfrentaron a diversas hambrunas, devastaciones por la guerra y un enemigo terrible: la peste negra o peste bubónica, la cual afectó a Europa durante el siglo XIV y se cobró la vida de al menos un tercio de la población continental. Algunos autores refieren que incluso fue hasta el 60% de los europeos de la época. Es considerada una de las las 10 pandemias más letales en la historia de la humanidad.






miércoles, 1 de febrero de 2017

la dignidad humana

Dignidad humana y alteridad
Dignidad Humana
Ø  Es el principio y valor intrínseco e inalienable que tienen todos los seres humanos por el hecho de serlo.
Ø  No debe estar condicionada por factores ni caracterizaciones externas que se presenten entre las personas.
Ø  Esta Dignidad Humana representa el pilar de la existencia de los Derechos Humanos y su aplicación en todo el mundo, ya que establece el valor innato de cada ser humano como único e irrepetible, como ser respetado y valorado en medio de todo contexto.
DIGNIDAD INTRÍNSECA Y EXTRÍNSECA
Ø  Por el solo hecho de existir, todas las personas tenemos ese valor intrínseco e inalienable que tienen todos los seres humanos por el solo hecho de serlo, sin que implique ninguna otra diferenciación externa de raza, religión o cultura.
Ø  La dignidad externa, se refiere a la que el individuo adquiere a lo largo de su existencia; esa respetabilidad que se gana de acuerdo a sus actuaciones, que le permite ser más o menos digno frente a un grupo social.
Así por ejemplo un estudiante que permanentemente llega tarde a clase, no es dignode izar la bandera por puntualidad.
ORIGEN DE LA CONCEPCIÓN DE LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
Luis Recasens Siches aclara que "el pensamiento de la dignidad consiste en reconocer que el hombre tiene fines propios suyos de cumplir por sí mismo”. “Los poderes públicos tienen el deber de respetarla y protegerla”
ALTERIDAD
Ø  Es el principio filosófico el cual representa la capacidad y necesidad que deben tener las personas para entablar un conocimiento mutuo con el “otro” y por ende del “nosotros”; para generalizar los principios, fundamentos y percepciones particulares que se tengan de la realidad humana.
Ø  La importancia de este concepto y su aplicación radica en la eliminación del individualismo competitivo y mezquino que se presenta en la sociedad mundial actualmente, sumando a esto la concientización de las personas por la existencia de opiniones diferentes a las propias que pueden servir de ayuda y/o explicación de la realidad, acercándonos a un pensamiento colectivo y humanista que propicie la convivencia.
Ø  La alteridad, nos permite ser mejores seres humanos, pues a través de ella aprendemos a reconocer y a respetar el punto de vista, las opiniones y las formas de pensar de los demás, entendiendo y aceptando las diferencias que existen en el mundo moderno.
Ø  Sobre todo, aprendiendo a convivir y tolerar a los demás aunque no piensen o no sean como nosotros.
Ø  La alteridad es como se dice en el lenguaje popular “Ponerse en los zapatos del otro” y de ésta forma reconocer su situación y entenderla.
TALLER
1. Elabora una definición de Dignidad Humana y plantea tres ejemplos reales/actuales en los que se este vulnerando este derecho, explicando el problema y su posible solución.
2. Explica cómo desde el colegio se puede propiciar la divulgación y el respeto por la dignidad humana de las personas, partiendo desde la interrelación con los compañeros.
3. Explica a través de un ejemplo la diferencia entre dignidad intrínseca y extrínseca.
4. Explica cómo cada persona dentro del concepto de autoestima representa el respeto por su dignidad humana, y cuando no lo estaría haciendo.
5. Escribe un concepto propio de Alteridad, y dos manifestaciones de la misma que podamos encontrar en un ámbito estudiantil.
6. Explica porqué se podría decir que en un conflicto armado se desconoce el concepto de alteridad.
7. Plantea cómo desde la familia, podría ponerse en práctica el concepto de Alteridad, para mejorar la convivencia y la comunicación entre todos.

PROYECTO TRANSVERSAL GRADO 7° USO ÉTICO Y RESPONSABLE DE LA TECNOLOGÍA 1     1.   Ética tecnológica y Responsabilidad Social Des...