Si ahora nos quejamos de los
impuestos que nos toca pagar (directos o indirectos como el IVA),
más motivos tenían para quejarse en la Edad Media, ya que los impuestos
repercutían casi en exclusiva en el pueblo y beneficiaban a la Corona, la nobleza
y el clero. Aquí tenéis algunos…
- Alfarda: pago por el aprovechamiento del agua
(acequias, canalizaciones…)
- Herbaje: pago por aprovechamiento de los pastos
- Montazgo: impuesto sobre los ganados y adeudado por el
tránsito que hacen por cualquier territorio en favor del Rey.
- Diezmo: gravamen correspondiente a la décima parte
de las cosechas que recaudaba la Iglesia y servía para el mantenimiento
del clero.
- Alhondigaje: impuesto por el depósito de mercancías.
- Abadía
o luctuosa:
derecho que tenían los curas a percibir a la muerte de sus feligreses
cierto tributo de sus bienes que dejaba.
- Alcabala: impuesto castellano que gravaba el comercio
de mercancías. Su recaudación se hacía por arrendamiento o por
encabezamiento: los municipios se comprometían a cobrar una cantidad,
recaudada entre sus vecinos, y a cambio recibían contrapartidas políticas
de los monarcas.
- Cuatropea: impuesto sobre la venta de ganado.
- Banalidades: pago en especie por el uso de “instalaciones” del señor, como el molino o el horno.
- Tercias
reales: eran un ingreso concedido
por la Iglesia a la Corona consistente en dos novenos de los
diezmos eclesiásticos recaudados.
- Terrazgo: renta que se paga al señor de una tierra
quien la trabaja.
- Excusado: implantado por Felipe II gravaba a
una casa/hacienda elegida por la Corona entre las de una
determinada parroquia —normalmente, aquella que más tributaba a la
Iglesia—. La obligación consistía en que los diezmos que a dicha hacienda
le correspondería ceder a la Iglesia eran pagados al rey, con lo cual el
hacendado quedaba excusado de hacerlo a la Iglesia.
- Primicias: consistentes en la cuadragésima y sexagésima
parte de los primeros frutos de la tierra y el ganado que debían
entregarse a la Iglesia.
- Portazgos: impuesto que se exigía en las puertas de las
ciudades y villas principales del reino y que gravaba las mercaderías que
los forasteros introducían en ellas para su venta.
- Pontazgos: similar al anterior, pero se paga al cruzar
puentes.
- Sisas: impuesto indirecto implantado en Aragón y
luego en Castilla. Consistía en descontar en el momento de la compra una
cantidad en el peso de ciertos productos (pan, carne, vino, harina…); la
diferencia entre el precio pagado y el de lo recibido era la “sisa”. Como
gravaba bienes de primera necesidad era muy impopular.
- Millones: impuesto extraordinario fijado por las
Cortes de Castilla, que se reservaban el control de su administración a
través de una Comisión de Millones y comprometían a la Corona a dedicar lo
recaudado a un gasto determinado (el primero se concedió a Felipe II en
1590 para reponer las pérdidas de la Armada Invencible).
- Sextaferia: prestación vecinal para la reparación de
caminos, a la que se acude los viernes de ciertas épocas del año. Era
un impuesto en forma de trabajo.
- Fonsadera: para financiar los gastos de los reyes
ocasionados por las guerras.
- Cena: tributo que implica hospedar y alimentar al
monarca, así como a todo su comitiva, durante los viajes por su
reino. Cuando la Corte se asentó de forma estable en una
ciudad pasó a ser pagado en dinero (cena de ausencia).
- Chapín
de la reina o servicio de casamiento: se recaudaba ocasionalmente entre el pueblo para sufragar los
gastos de las bodas reales.
- Almojarifazgo: impuesto aduanero que se pagaba por el
traslado de mercaderías que ingresaban o salían del reino de España o que
transitaban entre los diversos puertos (peninsulares o americanos),
equivalente a los actuales aranceles.
- Infurción: era un tributo que se pagaba al señor de un
lugar por razón del solar de las casas…
Además,
todos estos impuestos medievales eran indirectos: se
aplicaban independientemente de la capacidad económica y gravaban la
producción, el comercio o el consumo. Y ahora, ¿quién es el guapo que se
queja por el IVA?
Con la
llegada de la Revolución francesa, la mayoría de estos impuestos
fueron desaparecieron y los nobles comenzaron a tener que pagar a la
Hacienda Pública, aunque ni campesinos ni artesanos vieron cumplidas sus
expectativas de poder conseguir un sistema fiscal justo.
http://historiasdelahistoria.com/2017/06/06/impuestos-medievales-ahora-nos-quejamos-irpf-iva
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