viernes, 21 de julio de 2017

IMPUESTOS MEDIEVALES


Si ahora nos quejamos de los impuestos que nos toca pagar (directos o indirectos como el IVA), más motivos tenían para quejarse en la Edad Media, ya que los impuestos repercutían casi en exclusiva en el pueblo y beneficiaban a la Corona, la nobleza y el clero. Aquí tenéis algunos…
  • Alfarda: pago por el aprovechamiento del agua (acequias, canalizaciones…)
  • Herbaje: pago por aprovechamiento de los pastos
  • Montazgo: impuesto sobre los ganados y adeudado por el tránsito que hacen por cualquier territorio en favor del Rey.
  • Diezmo: gravamen correspondiente a la décima parte de las cosechas que recaudaba la Iglesia y servía para el mantenimiento del clero.
  • Alhondigaje: impuesto por el depósito de mercancías.
  • Abadía o luctuosa: derecho que tenían los curas a percibir a la muerte de sus feligreses cierto tributo de sus bienes que dejaba.
  • Alcabala: impuesto castellano que gravaba el comercio de mercancías. Su recaudación se hacía por arrendamiento o por encabezamiento: los municipios se comprometían a cobrar una cantidad, recaudada entre sus vecinos, y a cambio recibían contrapartidas políticas de los monarcas.
  • Cuatropea: impuesto sobre la venta de ganado.
  • Banalidades: pago en especie por el uso de “instalaciones” del señor, como el molino o el horno.

  • Tercias reales: eran un ingreso concedido por la Iglesia a la Corona consistente en dos novenos de los diezmos eclesiásticos recaudados.
  • Terrazgo: renta que se paga al señor de una tierra quien la trabaja.
  • Excusado: implantado por Felipe II gravaba a una casa/hacienda elegida por la Corona entre las de una determinada parroquia —normalmente, aquella que más tributaba a la Iglesia—. La obligación consistía en que los diezmos que a dicha hacienda le correspondería ceder a la Iglesia eran pagados al rey, con lo cual el hacendado quedaba excusado de hacerlo a la Iglesia.
  • Primicias: consistentes en la cuadragésima y sexagésima parte de los primeros frutos de la tierra y el ganado que debían entregarse a la Iglesia.
  • Portazgos: impuesto que se exigía en las puertas de las ciudades y villas principales del reino y que gravaba las mercaderías que los forasteros introducían en ellas para su venta.
  • Pontazgos: similar al anterior, pero se paga al cruzar puentes.
  • Sisas: impuesto indirecto implantado en Aragón y luego en Castilla. Consistía en descontar en el momento de la compra una cantidad en el peso de ciertos productos (pan, carne, vino, harina…); la diferencia entre el precio pagado y el de lo recibido era la “sisa”. Como gravaba bienes de primera necesidad era muy impopular.
  • Millones: impuesto extraordinario fijado por las Cortes de Castilla, que se reservaban el control de su administración a través de una Comisión de Millones y comprometían a la Corona a dedicar lo recaudado a un gasto determinado (el primero se concedió a Felipe II en 1590 para reponer las pérdidas de la Armada Invencible).
  • Sextaferia: prestación vecinal para la reparación de caminos, a la que se acude los viernes de ciertas épocas del año. Era un impuesto en forma de trabajo.
  • Fonsadera: para financiar los gastos de los reyes ocasionados por las guerras.
  • Cena: tributo que implica hospedar y alimentar al monarca, así como a todo su comitiva, durante los viajes por su reino. Cuando la Corte se asentó de forma estable en una ciudad pasó a ser pagado en dinero (cena de ausencia).
  • Chapín de la reina o servicio de casamiento: se recaudaba ocasionalmente entre el pueblo para sufragar los gastos de las bodas reales.
  • Almojarifazgo: impuesto aduanero que se pagaba por el traslado de mercaderías que ingresaban o salían del reino de España o que transitaban entre los diversos puertos (peninsulares o americanos), equivalente a los actuales aranceles.
  • Infurción: era un tributo que se pagaba al señor de un lugar por razón del solar de las casas…
Además, todos estos impuestos medievales eran indirectos: se aplicaban independientemente de la capacidad económica y gravaban la producción, el comercio o el consumo. Y ahora, ¿quién es el guapo que se queja por  el IVA?
Con la llegada de la Revolución francesa, la mayoría de estos impuestos fueron desaparecieron y los nobles comenzaron a tener que pagar a la Hacienda Pública, aunque ni campesinos ni artesanos vieron cumplidas sus expectativas de poder conseguir un sistema fiscal justo.

http://historiasdelahistoria.com/2017/06/06/impuestos-medievales-ahora-nos-quejamos-irpf-iva

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